Si bien acostumbramos a centrarnos únicamente en el aspecto visual de nuestro jardín no está de sobra recurrir a otros sentidos. El olfato es uno de los más esenciales y que mejor podemos cultivar en el jardín. Para esto nada mejor que las flores con aroma como estas diez flores fragantes para un jardín divino.
El heliotropo tiene un espléndido aroma a almendras si bien ciertos afirman que huele a tarta de cerezas. Es una planta anual que prefiere exposiciones radiantes y un tanto de sombra por la tarde si lo cultivamos en una zona cálida. Florece a lo largo del verano y el otoño.
La lobularia marítima florece con unas pequeñas flores frágiles que tienen un aroma sutil y dulce. Se trata de una planta muy alegre y no precisa mucho para proseguirse siendo feliz. Dale un suelo bien drenado, un sitio lumínico y te retribuirá con una alfombra de perfume natural a lo largo de todo el verano.
El alelí de invierno tiene un aroma agradable y también intenso a clavo. Es además de esto una espléndida flor de corte que puede encontrarse en muchos colores, blanco, rosa, púrpura, amarillo y colorado. Se cultiva en primavera desde semillas.
La lavanda es una de las flores más reconocidas en lo que se refiere a aroma. Precisa mucho sol y un terreno bien drenado. Si nuestro terreno es húmedo y mal drenado va a ser mejor cultivarla en maceta.
El lis de los vales es para bastantes personas el representante de la primavera. Su aroma a limpio es tan suave como sus frágiles flores. Se cultiva a través de bulbos y hay que tenerlo observado puesto que puede ser invasivo. Asimismo hay que llevar cuidado con pequeños y mascotas puesto que es una planta tóxica.
Los jacintos se cultivan desde bulbos y hay tantos aromas como colores, azul, violeta, colorado, blanco, naranja, rosa o bien amarillo. Los bulbos se plantan en otoño en suelo bien drenado, moderadamente fértil y en un sitio al sol o bien en sombra parcial.
En las zonas de tiempo caluroso se pueden cultivar gardenias que aparte de su fabuloso aspecto huelen fantásticamente. Precisa suelos húmedos mas bien drenados y que sean tenuemente ácidos y contengan una buena cantidad de materia orgánica.
Y qué decir de las rosas, desde entonces no pueden faltar en un jardín fragante. Sus aromas son prácticamente tan variados como su enorme diversidad de especies, variedades y cultivares. Aman el sol y los suelos ricos y bien drenados, seguir viendo flores y rosas.